CENTRO DE FORMACION ESCOLAR BANTING
Diciembre 2014
Cuando escuchamos la palabra Navidad, lo primero que nos viene a la mente es: vacaciones, fiesta, diversión, regalos y además la reunión familiar para compartir una deliciosa cena y repartir abrazos y deseos de felicidad y salud. Aunque el verdadero significado de la Navidad, es que en esta fecha hace 2014 años nació el Niño Jesús.
Hay muchas tradiciones que giran en torno a esta época y símbolos. Haremos un listado de origen, tradición y significado.
Árbol de Navidad: En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Ellos, para celebrar el solsticio de invierno –que se da en esta época en el Hemisferio Norte-, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.
Alrededor del año 740, San Bonifacio -el evangelizador de Alemania e Inglaterra- derribó ese roble que representaba al Dios Odín y lo reemplazó por un pino, el símbolo del amor eterno de Dios. Este árbol fue adornado con manzanas (que representan las tentaciones) y velas (que simbolizan la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y luego de la conquista, llegó a América.
El primer árbol de Navidad decorado tal como lo conocemos en la actualidad, se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de frío extremo. A partir de ese momento, comenzó su difusión.
Estrella de Navidad: La estrella, que se coloca generalmente en la parte superior del árbol de Navidad, representa el firmamento eterno donde reside la Divinidad, recordando así a la estrella de Belén que iluminó el camino de los Reyes Magos. Simboliza la esperanza y la luz para alcanzar una vida mejor. Tanto sus colores como su número de puntas pueden variar, pero su significado es siempre el mismo.
Esferas de Navidad: Las esferas son parte fundamental en la decoración de los árboles de Navidad, sin embargo, estos artículos tienen sus orígenes en la Edad Media y su creación se atribuye a países europeos, donde inicialmente los pinos eran adornados con manzanas y otros frutos que simbolizaban el pecado original y las tentaciones, hasta que se fueron perfeccionando y en la actualidad se diseñan en distintos materiales.
De acuerdo a la tradición, el color de cada esfera guarda un significado en particular, las plateadas corresponden al agradecimiento, las rojas son de petición, las azules de arrepentimiento y las doradas de alabanza.
Corona de Adviento: Encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo, sino al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.
La corona de adviento encierra varios simbolismos:
La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin.
Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida.
Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre .
Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín.
El listón rojo: Representa el amor.
Flor De Nochebuena: Esta flor es originaria de México. Su nombre náhuatl es cuetlaxochitl, que significa “flor de los pétalos resistentes” y para los aztecas, simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas. A partir de la colonización de América, se empezó a utilizar como elemento de decoración cristiana durante el periodo navideño debido al color carmesí de sus hojas. En la actualidad su uso decorativo está muy extendido y se asocia a la época navideña debido a su periodo de floración en nuestro Hemisferio.
Velas: Evocan el misterio de la luz, uno de los símbolos de Navidad. Son una fiesta iluminada, un homenaje a la creación, resguardan los altares, conceden deseos, y son testigos de los sacramentos más importantes. Son una fuente de energía, que aún hoy con el uso de la electricidad no ha perdido su fuerza.
El fuego siempre se ha relacionado con aspectos mágicos y religiosos de la naturaleza. La habilidad de hacer fuego cambió radicalmente la forma de vida del hombre y desde entonces, la luz, que vence a la oscuridad, es un milagro. La palabra vela o cirio, procede del latín (candere) y significa brillo, un concepto que hace alusión a la pureza.
El uso de las velas es muy antiguo, griegos y romanos las producían y utilizaban para iluminar las casas, los santuarios o templos, donde se empleaban en las ceremonias de cultos y rituales.
Luces de Navidad: El adviento es una temporada en que hacemos un alto para recordar que la luz de este mundo está menguando en más de una forma. Que el mundo tal como lo conocemos está desapareciendo. Para la Navidad, estas luces tienen un significado más profundo. La noche ya está pasando, la luz de un nuevo día viene. En el momento en que la oscuridad de la humanidad sea más profunda, la Luz del Mundo llegará.
Campanas de Navidad: Su uso y utilización es antiquísimo. La ley mosaica (Éxodo, XXVIII) prescribía que en la parte inferior de la túnica del gran sacerdote del templo deberían estar asidas campanas alternadas con dibujos de granadas. Ello tenía como finalidad el que se oyese venir a tal personaje.
Las campanas que cuelgan de puertas, ventanas o ramas del árbol representan el aviso al pueblo del nacimiento del niño Jesús y la alegría por tal acontecimiento. Antiguamente se decía que eran usadas para ahuyentar a los malos espíritus.
Muérdago: Desde la antigüedad ha estado considerada como una planta con ciertos poderes para dar suerte, salud y prosperidad. Por el simple hecho de tener color verde durante todo el año, es símbolo de vida eterna y según los antiguos celtas que tenían la costumbre de recolectarlo por las fechas navideñas, debían cortarlo con una hoz de oro porque creían que de esta manera les daría riqueza y lo convertiría todo en dinero, ya que dicha planta al secarse adquiere un color dorado y posee unos frutos parecidos a las perlas.
Según la tradición, el muérdago se debe regalar y una vez en casa, hay que situarlo cerca de la puerta de entrada para que no permita el paso a los malos espíritus.
Las posadas: Las posadas son fiestas que tienen como fin, preparar la Navidad. Comienzan el día 16 y terminan el día 24 de Diciembre.
Su origen se remonta a los tiempos de la conquista, cuando los españoles llegaron a México, los aztecas creían que durante el solsticio de invierno, el dios Quetzalcóatl (el sol viejo) bajaba a visitarlos. Cuarenta días antes de la fiesta, compraban los mercaderes a un esclavo en buenas condiciones y lo vestían con los ropajes del mismo dios Quetzalcóatl. Antes de vestirlo, lo purificaban lavándolo. Salían con él a la ciudad y él iba cantando y bailando para ser reconocido como un dios. Las mujeres y los niños le ofrecían ofrendas. En la noche, lo enjaulaban y lo alimentaban muy bien.
Nueve días antes de la fiesta, venían ante él dos "ancianos muy venerables del templo" y se humillaban ante él. Durante la ceremonia, le decían: "Señor, sabrás que de aquí a nueve días se te acabará este trabajo de bailar y cantar porque entonces has de morir". Él debía responder: "Que sea muy en hora buena". Llegado el día de la fiesta, a media noche, después de honrarlo con música e incienso, lo tomaban los sacrificadores y le sacaban el corazón para ofrecérselo a la luna. Ese día en los templos se hacían grandes ceremonias, dirigidas por los sacerdotes, que incluían ritos y bailables sagrados, representando la llegada de Quetzalcóatl, así como ofrendas y sacrificios humanos en honor a él.
Durante el mes de diciembre, no sólo festejaban a Quetzalcóatl, sino que también celebraban las fiestas en honor a Huitzilopochtli. Estas fiestas duraban veinte días, iniciaban el 6 de diciembre y terminaban el 26 del mismo mes, eran fiestas solemnes que estaban precedidas por 4 días de ayuno y en las que se coronaba al dios Huitzilopochtli poniendo banderas en los árboles frutales. Esto es a lo que llamaban el "levantamiento de banderas". En el gran templo ponían el estandarte del dios y le rendían culto.
El pueblo se congregaba en los patios de los templos, iluminados por enormes fogatas para esperar la llegada del solsticio de invierno. El 24 de diciembre por la noche y al día siguiente, 25 de diciembre, había fiestas en todas las casas. Se ofrecía a los invitados una rica comida y unas estatuas pequeñas de pasta llamada "tzoatl".
Los misioneros españoles que llegaron a México a finales del siglo XVI, aprovecharon estas costumbres religiosas para inculcar en los indígenas el espíritu evangélico y dieron a las fiestas aztecas un sentido cristianos, lo que serviría como preparación para recibir a Jesús en su corazón el día de Navidad.
En 1587 el superior del convento de San Agustín de Acolman, Fray Diego de Soria, obtuvo del Papa Sixto V, un permiso que autorizaba en la nueva España la celebración de unas Misas llamadas "de aguinaldos" del 16 al 24 de diciembre. En estas Misas, se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad. Para hacerlas más atractivas y amenas, se les agregaron luces de bengala, cohetes y villancicos y posteriormente, la piñata.
En San Agustín de Acolman, con los misioneros agustinos, fue donde tuvieron origen las posadas.
Los misioneros convocaban al pueblo al atrio de las iglesias y conventos y ahí rezaban una novena, que se iniciaba con el rezo del Santo Rosario, acompañada de cantos y representaciones basadas en el Evangelio, como recordatorio de la espera del Niño y del peregrinar de José y María de Nazaret a Belén para empadronarse. Las posadas se llevaban a cabo los nueve días previos a la Navidad, simbolizando los nueve meses de espera de María. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces como signo de las gracias que recibían aquellos que aceptaban la doctrina de Jesús.
Las posadas, con el tiempo, se comenzaron a llevar a cabo en barrios y en casas, pasando a la vida familiar. Estas comienzan con el rezo del Rosario y el canto de las letanías. Durante el canto, los asistentes forman dos filas que terminan con 2 niños que llevan unas imágenes de la Santísima Virgen y de San José: los peregrinos que iban a Belén. Al termina r las letanías se dividen en dos grupos: uno entra a la casa y otro pide posada imitando a San José y la Santísima Virgen cuando llegaron a Belén. Los peregrinos reciben acogida por parte del grupo que se encuentra en el interior. Luego sigue la fiesta con el canto de villancicos y se termina rompiendo las piñatas y distribuyendo los "aguinaldos".
La Piñata: La piñata está hecha con una olla de barro cubierta con papel de colores brillantes y representa al demonio, que suele presentar al mal como algo llamativo para que cautive al hombre y ceda a la tentación.
La piñata clásica es como una estrella de siete picos que representan a los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Pegarle a la piñata con los ojos vendados representa la fe, virtud que nos permite creer sin tener que ver.
El palo con el que se le pega a la piñata representa a la fuerza de la virtud que rompe con los falsos y engañosos deleites del mundo. Las virtudes que hay que cultivar para vencer los pecados capitales son: contra la soberbia, la humildad; contra la avaricia, la magnanimidad; contra la ira, la paciencia; contra la envidia, la generosidad; contra la lujuria, la castidad; contra la gula, la templanza; contra la pereza, la diligencia. Con la ayuda de Dios, se destruye al mal y así se descubren los frutos que hay dentro de la piñata , que representan a las gracias de Dios.
El relleno de la piñata es símbolo del amor de Dios porque al romper con el mal, se obtienen los bienes anhelados.
Los "aguinaldos" son bolsitas o canastas con dulces y galletas que se les entregan a las personas que, por su edad o por su salud, no pueden acercarse a recoger los dulces y las frutas de las piñatas, con la idea de que nadie se quede sin recibir los beneficios de la piñata y sin participar de la alegría de la fiesta.
Al repartir los aguinaldos debemos pensar en que todos llevamos dentro nuestro propio "relleno", es decir, una serie de cualidades, de dones que debemos descubrir y desarrollar para compartir con los demás. Cuando compartimos, nos llenamos de felicidad tanto al dar como al recibir.
Las pastorelas: son una representación escénica, de marco festivo y alegre, que refiere acontecimientos previos a la venida de Jesús y termina con la adoración de los pastores a Jesús recién nacido en el pesebre. En ésta, se mezclan personajes divinos y humanos donde el destino eterno de los hombres ocupa el papel central de la trama. Los personajes centrales son Dios, la Virgen y los pastores que acuden a adorar al Niño Jesús en la gruta de Belén. Las Pastorelas son jocosas y alegres, presentan al diablo ridiculizándolo y terminan siempre con su derrota, con el triunfo del bien sobre el mal. Se trata de despertar en los oyentes sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje.
Nacimiento de Jesús: Cada año a la llegada de la navidad se recuerdan a las 12 en punto de la noche el nacimiento de Jesús, siendo una fecha muy atractiva para hablar a los niños de la historia de la Salvación.
Durante la celebración de la Nochebuena, las familias se reúnen en torno al nacimiento de Jesús y si éste puede ser representado de algún modo, le cantan y arrullan.
Asimismo la imagen de José y María, los padres del niño Jesús, son colocados a su lado como símbolo de unidad familiar estando postrados a su lado en el interior del portal donde nació el niño.
Del mismo modo, los reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, que adoraron a Jesús guiados por un estrella hacia el pesebre de Belén llevándole como regalo oro, incienso y mirra,
El buey y la mula que están colocados en el pesebre junto a Jesús sobre las pajas, dándole calor al recién nacido junto con sus padres que estaban inclinados procurando calentar al pequeño.
Así también en el momento del nacimiento de Jesús, un Ángel apareció a los pastores que atendían sus rebaños en los campos que estaban alrededor, éste les dijo que en Belén, el pueblo de David, había nacido un Salvador, quien era el Cristo, y que ellos encontrarían al niño recien nacido en su pesebre una cuna. Luego apareció con él una multitud de seres cantando sus alabanzas. "Gloria a Dios en las Alturas, y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad". A ese coro, los pastores escucharon cantar alegres Hosannas de "Paz en la tierra, a los hombres de Buena Voluntad".
Reyes Magos: La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron dándole tres regalos:
Melchor entrega la mirra. La mirra es una sustancia rojiza aromática que es común en medio oriente y Somalia. Era muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes. La mirra es el símbolo del hombre, representa la humanidad de Jesús.
Gaspar entrega el incienso. El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de forma que al arder desprenda un humo fragante y un olor característico. El incienso en el símbolo de Dios, representa la divinidad de Jesús.
Baltasar entrega el oro, el más precioso de los metales. El Oro es el símbolo del Rey, representa que Jesús es Rey del Universo, nuestro verdadero Rey.
Padres de familia y alumnos, esperamos que esta Navidad sea diferente a las demás al ver dentro de su hogar muchos de estos símbolos y podamos sentir la magia de su significado y la luz de la esperanza.
¡ LES DESEAMOS PARA ESTA NAVIDAD SALUD, PARA AÑO NUEVO PROSPERIDAD Y PARA SIEMPRE FELICIDAD !
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